miércoles, 16 de abril de 2008

FLOR MARÍA MIDEROS GODOY

En la edad de 9 años jugaba a la profesora con algunos niños de la cuadra; ellos muy motivados salían de estudiar y me buscaban para que jugáramos a la profesora de español. Al terminar la básica primaria me trasladé a otra ciudad a hacer la secundaria en compañía de una hermana, contando con el apoyo incondicional de mis padres.

En los dos últimos años de secundaría dictaba clases en las tardes en el batallón donde realizaba mis prácticas de alfabetización y en las noches estudiaba en el SENA. Estas actividades me hacían sentir muy bien. En ese momento vivíamos en la casa de una profesora de la Universidad de Nariño, por cierto había mucha empatía y me agradaba conversar con ella acerca de su profesión. Yo veía como trataba a sus estudiantes y cuando llegaba a casa gran parte de su tiempo era preparando clases. Indudablemente día a día me motivaba ser profesora, por convicción, no por accidente.

Posteriormente, ingresé a la universidad y en el tercer semestre me presenté al colegio Rafael Pombo, al cual agradezco la oportunidad de iniciar como profesora. Por cierto sentía mis temores y sin embargo trabajé un año y posteriormente se me presentaron nuevas oportunidades en otras instituciones y así logré adquirir más experiencia.

Por otro lado terminé la licenciatura en la USACA y después ingresé a esta prestigiosa entidad que es el SENA, presento todas mis pruebas académicas y pedagógicas y logro ingresar en 1988. Desde ese momento que fui aceptada sentí que uno de mis sueños se empezaba a cumplir.

Esta trayectoria ha sido un redescubrir, un reaprender, una búsqueda permanente de la sonrisa un hábito de ver rostros amables y cordiales con mis estudiantes, con mis compañeros, con todas las personas que estamos comprometidos con esta causa, por cierto motivada entusiasmada de encontrar posibilidades y oportunidades de capacitaciones como Andragogía en la Univalle, Diplomado en Gestión Pedagógica en la Escuela de Postgrado del ICESI, porque no solo es impartir la formación, sino también se requiere obtener un conglomerado, si se le puede expresar así, de valores y virtudes antes de orientar, guiar y tener la disposición de ser verdaderas personas con valores, respetar y no hacer lo que no me gustaría que me hicieran a mí.

Considero además, estar en el aprender pedagógico retroalimentando esa parte humana que necesitan nuestros estudiantes para saber llegar a ellos. De hecho sé muy bien que todos los estilos de enseñanza y aprendizaje son diferentes pero siempre se pretende llegar a un mismo fin, porque el hombre no es la suma de lo que es, sino la totalidad de lo que puede ser.

En conclusión, me siento con muchos impulsos, motivada a ser estratega, facilitando el proceso de aprendizaje y preparándome para el compromiso permanente con nuestros estudiantes que tanto nos necesitan y que ellos puedan vencer toda esa discapacidad mental y limitación con una actitud positiva, un reto de grandes satisfacciones, buscando siempre en las dimensiones humanas, una comunicación asertiva y por consiguiente unos criterios amplios y firme convicción para contribuir en la Formación Profesional Integral.

1 comentario:

EL MEJOR dijo...

profe el blog esta muy interesante ciando suben lo de los estrudiantes